NUEVOS SERVICIOS | Reumatología y Flebología en OCMI
Cirugía Bariátrica
OCMI es el principal centro de Cirugía Bariátrica y Metabólica de Argentina, con cirujanos 100% especializados en estas prácticas. Desde el año 2003, liderado por el Dr. Oscar Brasesco, nuestro equipo realizó más de 20.000 cirugías, lo que nos posiciona como la institución con más prácticas realizadas en el tratamiento de la obesidad mórbida y la diabetes tipo 2, entre otras patologías.
La Obesidad es el resultado de una acumulación excesiva de tejido graso que sobrepasa los niveles adecuados del cuerpo, como consecuencia de un balance energético positivo, reflejando un desequilibrio entre la ingesta energética y el gasto calórico.
Esta acumulación grasa da origen a la enfermedad llamada Obesidad, la que cuando llega a ser extrema o avanzada presenta alteraciones tanto físicas como psicológicas.
La Obesidad ha dejado de ser considerada como un problema estético para ser reconocida como una enfermedad de carácter crónico, producto de un proceso multifactorial conformado por características propias del paciente y, también, de aspectos ambientales. En condiciones normales el organismo posee mecanismos complejos encargados de mantener un balance energético que permite disponer de depósitos adecuados de grasa-energía para desarrollar las distintas funciones vitales.

Somos especialistas en cirugía bariátrica y de Diabetes tipos 2
El Índice de Masa Corporal es la relación entre el peso de una persona con su altura. A pesar de que no hace distinción entre los componentes grasos y no grasos de la masa corporal total, éste es el método más práctico para evaluar el grado de riesgo asociado con la obesidad.
Desde el punto de vista de distribución de la grasa puede ser:
En forma de pera
Se caracteriza por un cúmulo de grasa preferentemente de cintura para abajo (entre caderas y rodillas). Es más frecuente en las mujeres y se suele asociar a varices y problemas osteoarticulares.
En forma de manzana
La grasa se localiza fundamentalmente en la cintura. Es más común en los varones y se relaciona de forma especial con la Diabetes Mellitus tipo 2, la Arteriosclerosis, la Hipertensión Arterial y el aumento de Riesgo Cardiovascular.
Las causas de la Obesidad son múltiples y complejas. Contrario a lo que se puede creer, no es simplemente el resultado de comer en exceso. La experiencia demuestra que, en muchos casos, una causa subyacente significativa de la Obesidad mórbida es de origen genético. Los estudios revelan que, una vez instalado el problema, es poco lo que pueden lograr esfuerzos tales como los regímenes dietéticos y programas de ejercicios para alcanzar una mejora eficaz en el largo plazo.
La Obesidad es "mórbida" cuando alcanza el punto en que eleva de manera significativa el riesgo de muerte o incapacidad física al presentarse o agravarse enfermedades asociadas (también conocidas como comorbilidades), y deteriorarse las condiciones generales de la salud.
Los trastornos relacionados con la Obesidad son aquellos que, individualmente o combinados entre sí, pueden disminuir la esperanza de vida en forma significativa.
Algunos de estos trastornos son:
Diabetes Mellitus (tipo 2)
Hipertensión arterial y enfermedades cardíacas
Colesterol y Triglicéridos altos (Dislipemia)
Osteoartritis de las articulaciones que soportan más peso
Apnea obstructiva del sueño y problemas respiratorios
Reflujo gastroesofágico
Hígado graso
Depresión
Infertilidad
Incontinencia urinaria de esfuerzo
Irregularidades en la menstruación
Aumento de probabilidad de padecer enfermedades oncológicas
El tratamiento integral de la Obesidad comprende una mejora en los hábitos alimentarios, un incremento de la actividad física, apoyo conductual y administración de fármacos sólo cuando sea aconsejable su utilización. En situaciones determinadas, pueden utilizarse las dietas muy bajas en calorías, y en obesidades mórbidas u extremas puede estar indicada la Cirugía Bariátrica.
Tratamiento nutricional
El tratamiento dietético sigue siendo la piedra angular de todo el proceso, y la reducción de la ingesta energética continúa siendo la base del éxito de los programas de reducción de peso.
El primer paso en el tratamiento de la obesidad en el adulto es la mejora en los hábitos alimentarios, lo que debe ir acompañado de un incremento en la actividad física.
Tratamiento de Actividad Física
La mejora de los hábitos alimentarios debe ir acompañada siempre de ejercicio y su intensidad debe adaptarse a la edad y a la forma física del individuo. Los beneficios de la práctica regular de actividad física son el mejor indicador de éxito y aportan importantes cambios para la salud corporal y mental. También ayudan en la mejora de la autoimagen, la autoestima, el humor. A su vez, disminuye la ansiedad, estrés y depresión.
Tratamiento Psicológico y/o Modificación Conductual
El tratamiento de modificación de la conducta desempeña un papel muy importante en el cambio de hábitos, y se puede enfocar de forma individualizada o grupal. Su finalidad es apoyar al paciente, motivándolo a seguir el programa de pérdida de peso, descartar la responsabilidad (la culpa) de ser una persona obesa, proporcionar estímulos positivos valorando más los éxitos y destacando menos los aspectos negativos, afianzar los hábitos alimentarios y de actividad física aprendidos, ganar en autoestima y disminuir la ansiedad.
Tratamiento Farmacológico
El tratamiento farmacológico puede utilizarse como apoyo del dietético y del ejercicio, pero no debe utilizarse nunca como único tratamiento. Requiere una estricta indicación y supervisión médica.
Tratamiento Quirúrgico
La opción de la cirugía se debe ofrecer a los pacientes bien informados, motivados, que deseen fervientemente un cambio en su peso y estilo de vida, y que tengan un riesgo operatorio aceptable. El paciente deberá aceptar controles y seguimiento después de la operación durante toda su vida.
La cirugía bariátrica es una herramienta que se utiliza como tratamiento para la obesidad severa o mórbida. Son procedimientos quirúrgicos que sirven para manejar los desórdenes de alimentación excesiva.
La cirugía bariátrica es considerada parte de una estrategia terapéutica. Ésta incluye cambios alimentarios (calidad-cantidad de comidas y hábitos de conducta) e incremento en la actividad física. De esta manera se logra que el paciente ingiera menores cantidades de alimento al restringir el tamaño del estómago y/o la absorción de los alimentos. Esta cirugía aproxima al paciente a su peso ideal, mejora y hasta puede curar las enfermedades asociadas a la obesidad.
En OCMI, esta cirugía es realizada por un equipo altamente entrenado en Cirugía de la Obesidad por vía laparoscópica.
En el tratamiento de la Obesidad Extrema o Mórbida deben cumplirse 2 criterios fundamentales:
1) Lograr el descenso de peso propiamente dicho.
2) La permanencia del descenso en el tiempo.
La estrategia que propone la Cirugía Bariátrica está acompañada por Cambios Alimentarios, sumado a la Actividad Física y el manejo multidisciplinario, brinda resultados a corto, mediano y largo plazo muy satisfactorios, logrando un descenso de peso permanente y beneficiando al paciente en la mejoría o curación de las llamadas Comorbilidades que son las enfermedades que la obesidad trae aparejadas.
En la decisión de avanzar con el tratamiento quirúrgico se debe considerar:
Fracaso de los tratamientos dietéticos y médicos en el control del peso.
Ausencia de causas endócrinas responsables del peso.
Comprensión de la técnica quirúrgica que se va a llevar a cabo, con sus posibles riesgos, además de compromiso de cumplimiento del seguimiento estricto.
Valoración positiva por parte del Equipo de Salud Mental.
Buena adaptación psicosocial.
Adecuadas expectativas reales.
By Pass Gástrico
Consiste en reducir quirúrgicamente la capacidad del estómago, creando un pequeño reservorio desde donde la comida se deriva directamente al intestino delgado. El efecto es restrictivo y posee una leve acción malabsortiva. Este es, sin lugar a dudas, el procedimiento que mejores resultados ofrece en cuanto a pérdida de peso, 70% del exceso en la mayoría de los casos.
Gastrectomía Vertical en Manga (SleeveGastrectomy)
Consiste en la resección gástrica de aproximadamente el 70%, en la parte más distensible del estómago, dejando un tubo gástrico delgado de baja capacidad volumétrica, considerándose un mecanismo restrictivo. La manga puede ser una opción excelente si el Índice de Masa Corporal está sobre 60, o si tiene problemas médicos o de edad que le pondrían en riesgo excesivo para un bypass gástrico, ya que técnicamente es más sencilla.
DMT2 es una de las causas principales de muerte y un importante contribuyente a la morbilidad y la mortalidad por enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal. Cada año, millones de personas mueren a causa de los efectos de la DMT2. Con los avances en la cirugía metabólica, muchas de estas personas podrían tener una vida saludable y normal.
Mientras que la cirugía metabólica tiene ciertamente bajo riesgo de complicaciones, el riesgo a largo plazo de la diabetes, normalmente es mayor que el de una intervención quirúrgica para la mayoría de los pacientes. Los riesgos individuales de cada paciente para la cirugía, sin embargo, se deben evaluar en el contexto de la duración y la gravedad de su diabetes, así como sus otros problemas de salud relacionados con la obesidad.
El uso de la cirugía metabólica ha provocado una redefinición de los objetivos del tratamiento de la diabetes, del control a la remisión, representa una nueva frontera en el tratamiento diabético.
La evaluación preoperatoria de cualquier paciente, se centra en la evaluación del riesgo cardiopulmonar y sus alteraciones. La enfermedad coronaria es mucho más común en personas con diabetes que en la población general, además, los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de isquemia. Por lo tanto, la evaluación de riesgo cardiaco es esencial en pacientes con diabetes. Otras condiciones asociadas, como la hipertensión, la obesidad, enfermedad renal crónica, enfermedad cerebrovascular, las enfermedades respiratorias y la neuropatía autonómica, también deben ser evaluadas antes de la cirugía ya que estas condiciones pueden complicar la anestesia y los cuidados postoperatorios.
Todas las personas con un IMC mayor a 30kg/m2 más enfermedades asociadas como son la diabetes, hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos altos. Los pacientes con diabetes y obesidad, para tener un beneficio de remisión de la diabetes deben cumplir los siguientes requisitos:
Ser diabéticos tipo II.
No contar con secuelas vasculares o retinianas (pie diabético o enfermedad ocular o renal).
Contar con adecuada reserva pancreática, mientras menos tiempo de evolución mejor.
Los pacientes deben realizar evaluaciones con diferentes especialistas en forma multidisciplinaria.
Consiste en disminuir la capacidad gástrica y restringir la absorción de los alimentos creando un reservorio gástrico de entre 15 a 30 cc aproximadamente así como una desviación al intestino delgado. La técnica también actúa por efecto hormonal pues corrige mediante mecanismos hormonales, la diabetes, la hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos altos.
El procedimiento se realiza exclusivamente por vía laparoscópica, es decir mínimamente invasivo, permitiendo al paciente tener mínimas molestias postoperatorias.
Actualmente más del 90% de las cirugías que practicamos es Bypass Gástrico Laparoscópico y menos de un 10% de las cirugías corresponden a Gastrectomía Vertical en Manga, ya que el Bypass Gástrico por vía Laparoscópica, representa en la actualidad la operación con mejores resultados o Gold Standard a nivel mundial.
Actualmente, para algunas personas con un IMC > 60 o mayores de 65 años se les está realizando una Gastrectomía Vertical en Manga.
Como concepto muy importante decimos que las operaciones de obesidad son permanentes. Todas se pueden deshacer, con menor o mayor trabajo, pero se recuperaría el peso perdido.
Normalmente todos nuestros pacientes son manejados con drenajes aspirativos y cerrados de la cavidad abdominal, los cuales se retiran entre 7 a 10 días después, dependiendo del líquido que produzcan.
Lo importante será el éxito a largo plazo.
Cuando el paciente llega al peso equilibrado, que no se puede predecir de antemano, el organismo se reajusta a la nueva ingesta y se mantiene el peso. Es muy importante que la pérdida de peso sea de grasa y no de masa muscular, por eso es tan importante la actividad física.
Inicialmente comenzará con una dieta líquida, yogur y gelatina. A estos se le agregará un suplemento dietario a base de proteínas.
Paulatinamente, comenzará a incorporar alimentos muy triturados priorizando las proteínas de preferencia animal, como el pollo, pescado, pavo y clara de huevo, entre otras.
Luego incorporará el resto de los alimentos.
Beberá líquidos hasta 45 minutos antes de su comida y recién 45 minutos después de la comida. Se tratarán de bebidas con cero calorías, o dietéticas.
Deberá prepararse para sus comidas de modo de estar tranquilo y con tiempo, para hacer su ingesta concentrado.
Comerá lentamente y masticando muy bien los alimentos.
No salteará ninguna de las comidas o colaciones diarias.
Cuando se es sometido a una cirugía de obesidad, se pierde peso debido a que la cantidad de comida y por ende calorías que se ingieren es menor. Esto hace que su cuerpo queme las reservas de grasa de los tejidos y utilice energía de los músculos que usted no usa con regularidad. Esto puede llegar a ser contraproducente ya que el objetivo es quemar la grasa que sobra y poner a trabajar los músculos. Es por tal razón que se debe hacer ejercicio diariamente para que sus músculos estén sanos, es decir tengan masa y fuerza y además para que el organismo no queme la grasa del músculo sino de los sitios donde no debe haber grasa.
Se inicia el ejercicio el mismo día de la cirugía, debe levantarse de la cama y caminar y realizar esto diariamente. Algunos pacientes no se animan a hacer ejercicio debido a otro tipo de restricción médica ya sea por severos problemas osteoarticulares (rodillas) que les impide caminar pero nuestro equipo de recuperación física lo asesorará para que inicie su actividad física con ejercicios leves y a medida que pasa el tiempo aumente la intensidad según la tolerancia de cada uno.
Muchas de las pacientes obesas padecen de infertilidad y la pérdida de peso permite lograr esos embarazos tan deseados. Pero se deberá esperar al menos 1 año después de la cirugía, ya que se considera que en ese tiempo se habrá estabilizado nutricionalmente y en un rango de peso aceptable.
Definimos un programa como exitoso si usted pierde el sobrepeso necesario para mejorar su condición médica y su estado psicológico. Esto depende en un alto porcentaje de usted y de nuestro apoyo.
La cirugía da un medio mecánico para controlar lo que come y su peso, pero no cura su enfermedad crónica, por lo que deberá ajustar su estilo de vida.
Debe considerar que requerirá mantenerse en contacto con el equipo médico de por vida después de la cirugía. Tenemos un programa con psicólogos, nutricionistas, grupos de apoyo, sesiones de ejercicios, que empleamos en casos de necesidad.
Apuntamos al descenso de peso, a mejorar su condición física y calidad de vida en el curso de los años.
Al principio si insiste en comer, vomitará. Bajará algo de peso, pero no lo suficiente como para eliminar los efectos clínicos que ponen en riesgo su vida, por lo que para nosotros habrá fracasado.
Una hernia se produce por la debilidad de los músculos de la pared abdominal, ya que esta en los pacientes obesos se encuentra muy estirada.
En algunos pocos casos los pacientes pueden desarrollar una hernia y requieren de una reparación mediante una cirugía que consiste en poner una malla que ayude a dar fuerza a los músculos de la pared abdominal.
Las adherencias son cicatrices del tejido abdominal que se forman después de cualquier cirugía u otro tipo de trauma intra-abdominal. Estas adherencias en un futuro pueden ocasionar obstrucción intestinal pero en la mayoría de los pacientes no son suficientes para ocasionar problemas.
Comer alimentos que contengan excesiva azúcar puede inducir un estado de shock insulínico debido a que se altera parte de la fisiología del tracto intestinal.
El resultado de todo esto es una sensación no placentera, usted empieza a sudar frío, siente un vacío en el estómago, se puede poner pálido y le baja el pulso. Esta sensación es pasajera y desaparece rápidamente.
En principio usted deberá concurrir a las primeras consultas básicas de evaluación (clínica, psiquiatría, nutrición y cirugía). Si está de acuerdo, le organizaremos una agenda con las interconsultas y estudios lo más concentrada posible para evitarle gastos de estadía. En caso de tener alguna complicación, estas interconsultas y estudios podrá realizarlos en su ciudad y enviarlos por fax o e-mail para ser evaluados, de modo que concurra a la próxima consulta con algunas dudas ya resueltas o posibles tratamientos ya hechos, y así decidir la cirugía y fijar la fecha.
Al momento de la cirugía deberá tener en cuenta de llegar 48 hs. antes de la misma, a los efectos de realizar las últimas evaluaciones (clínicas, de anestesia, entre otras) y posterior al alta, deberá permanecer entre 7 a 10 días para la extracción de puntos, drenajes y controles.
Al regreso a su ciudad, los ajustes de dieta y seguimiento nutricional los manejaremos por correo electrónico y tendrá a disposición los celulares de los profesionales. De requerir apoyo psiquiátrico/ psicológico nuestros profesionales se pondrán en contacto con el profesional que usted elija de su ciudad y le darán los protocolos y lineamientos adecuados para su tratamiento.
Es muy importante que realice controles con el equipo cada tres meses, y que esté permanentemente en contacto para asegurarse un muy buen resultado.
En todo caso, usted puede consultarnos sobre vehículos para traslados en la ciudad y alojamientos cercanos al Centro de Internación, que con todo gusto le informaremos.
La cirugía está indicada generalmente en pacientes entre 18 y 65 años de edad, con un índice de obesidad (IMC*), superior a 40 o en pacientes con un IMC entre 35 y 40, si padecen comorbilidades o enfermedades asociadas de la obesidad como hipertensión, reflujo, diabetes millitus tipo 2, trastornos cardiovasculares, apnea de sueño, etc. Algunos casos de IMC > 60 o mayor de 65 años pueden llegar a tener una indicación específica. Deberá realizar una serie de estudios que contemplan evaluaciones tanto físicas como psiquiátricas que determinarán si puede someterse a una cirugía bariátrica. Además, haber tenido repetidos fracasos con tratamientos y dietas anteriores. Algunos candidatos, pueden llegar a necesitar ser tratados previamente para disminuir su riesgo operatorio.
* El índice de masa corporal, se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado.
Sí se puede comer, pero se debe tener mucho cuidado ya que contienen un alto nivel de fibras que mantiene el trozo de carne unido no permitiendo que se separe cuando usted mastica. Esto, en el tracto digestivo, impide una buena digestión y usted se puede sentir atorado y poco confortable.
Debe ser discutida específicamente con el equipo médico. En la mayoría de los casos, los pacientes tienen una única y correcta indicación con pros y contras, riesgos, formas de llevarla a cabo, etc.
Cuando un paciente tiene un índice de masa corporal mayor a 60 (IMC>60) o padece de enfermedades asociadas severas, en muchos casos debía posponerse la intervención debido al elevado riesgo.
Para estos pacientes puede tener ventajas substanciales la indicación de la gastrectomía en manga como la primera parte de una operación en dos etapas, ya que pierden del 30% al 50% de su exceso de peso en los primeros 12 meses, para luego completar el bypass.
También es indicada en aquellos pacientes con índice de masa corporal menor a 60 pero que supera en rango de edad referencial (mayores de 65 años).
El tiempo necesario para obtener un resultado satisfactorio depende mucho del grado de obesidad y si el hígado se ha desinflamado lo suficiente y de muchas otras variables. A grandes rasgos entre que el paciente ingresa al quirófano y sale (despierto, consciente, ubicado en tiempo y espacio) transcurren alrededor de 2 a 4 horas, que no quiere decir que éste sea el tiempo neto de operación.
Normalmente entre dos y cuatro días, dependiendo de lo rápido de su recuperación. No deberá tener dolor ni fiebre y debe asegurarse una buena tolerancia de la vía oral (inicialmente a los líquidos). Puede ocurrir que en algunos casos el primer día concurra a terapia, como precaución y dependiendo de lo complejo de cada caso, como así también que salga con sonda, suero y drenajes que se irán retirando progresivamente. En todos los casos, al paciente se lo levanta a las dos horas y debe comenzar a caminar, para reducir el riesgo de trombosis. Esta movilización debe ir en incremento.
¿Se trata de una intervención dolorosa?
Por tratarse de una cirugía que se realiza por técnica laparoscópica, la posibilidad de sentir dolor es menor a una cirugía abierta o convencional. Durante la cirugía, los anestesistas se ocuparán de que transcurra lo más confortable posible y saldrá con un plan preventivo que se continuará en la internación. Aun así, ante la más mínima molestia, deberá avisarle a la enfermera o al médico, ya que necesitará un rescate más sencillo y le evitará el mal momento.
Como toda cirugía abdominal tiene riesgos derivados de las suturas o anastomosis que pueden filtrar o el sangrado de algún vaso sanguíneo. Pero en general las complicaciones son escasas (menos del 1%) y, diagnosticadas a tiempo, son todas solucionables.
En las operaciones restrictivas (gastrectomía) funciona reduciendo la cantidad de comida que se ingiere, porque el estómago es más pequeño, se llena rápidamente y se siente saciedad precoz. Al comer menos se pierde peso. En las operaciones como el Bypass Gástrico, hay además un ingrediente de mala absorción ya que se saltea una porción del intestino delgado. De esta forma, no se "absorbe" toda la carga de calorías de los alimentos ingeridos. El ritmo de descenso de peso es bastante rápido. Siguiendo las indicaciones correctamente se alcanzará el objetivo entre los 10 y los 18 meses, dependiendo de cada persona y el tipo de operación. En el Bypass Gástrico se pierde un promedio de entre 75% al 85% del sobrepeso. Con la Gastrectomía entre el 50% al 60%. Estos son promedios y hay casos en los que se llega a la reducción total del sobrepeso.
Seguramente su cuerpo posee reservas suficientes como para que esto no pase. De todas maneras el programa dietético cubre sus necesidades de nutrición.
Es muy probable que durante el primer año se aplique hierro. También diariamente se adicione un suplemento vitamínico y calcio. Tal vez se adicione un protector gástrico para prevenir procesos erosivos en el aparato digestivo.
Su vida cambiará drásticamente, al perder un gran porcentaje de su sobrepeso. Cambiará su condición física, la presión arterial, el nivel de azúcar en la sangre, la función respiratoria, tendrá menos dolores corporales, dormirá mejor.
Mejorará su estado psicológico, disminuirá la depresión, mejorará la autoestima, su confianza. Cambiará sus relaciones interpersonales. En general, todos estos cambios son positivos. Cambiará su imagen corporal, su vestimenta, y sus prioridades.
En promedio, los pacientes regresan a su trabajo en dos semanas, aunque hasta el mes se recomienda no levantar peso.
Disminuye el apetito.
Le permite perder un gran porcentaje del exceso de peso.
Le brinda una nueva apariencia que afianza su autoestima y lo ayuda a incorporarse a la sociedad.
Mejora sus relaciones interpersonales y sexuales.
Aumenta sus oportunidades en el campo laboral y el profesional.
Facilita de manera notable su motricidad al eliminar molestias y dolores corporales.
Si usted sufre de hipertensión arterial, tiene un 70% de probabilidades de que ésta se vuelva controlable sin medicamentos, o con una importante reducción en el uso de los mismos, en un lapso inmediato después de la intervención.
En el 80% de los casos reduce el colesterol y los triglicéridos hasta niveles normales.
Al reducir la hipertensión arterial y los niveles de colesterol, disminuye también los riesgos de padecer enfermedades cardíacas.
Reduce el reflujo gastroesofágico (hernia hiatal).
Si usted sufre de diabetes tipo 2 (mellitus), tiene un 90% de posibilidades de reducir el azúcar en sangre hasta niveles normales, dependiendo de su reserva pancreática.
Disminuye la apnea del sueño.
Mejora significativamente el asma y la insuficiencia respiratoria.
Cuando se está perdiendo peso, hay productos de eliminación en el cuerpo que deben desecharse principalmente por la orina. De lo contrario, muchas de estas sustancias pueden formar cristales y ocasionar cálculos en los riñones. La ingesta abundante de agua lo protege y además le ayuda al cuerpo a deshacerse él mismo de los productos de desecho eficientemente, promoviendo la pérdida de peso de manera satisfactoria.
No es aconsejable consumir bebidas alcohólicas durante el periodo de pérdida de peso. El alcohol aporta calorías de fácil ingesta. Luego podrá beber moderada y ocasionalmente.