• Ergometría: También conocida como prueba de esfuerzo, permite evaluar la respuesta del corazón a un aumento progresivo de la actividad física. Es fundamental para detectar alteraciones en la función cardiovascular que pueden no ser evidentes en reposo, como problemas de circulación o arritmias.

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• Eco Stress: Este estudio combina un ecocardiograma con una prueba de esfuerzo para evaluar el funcionamiento del corazón bajo condiciones de esfuerzo físico. 

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• Eco Doppler: lo utilizamos para examinar el flujo sanguíneo en las arterias y venas, así como para evaluar la estructura y función del corazón. Este estudio es crucial para diagnosticar problemas como la insuficiencia cardíaca, defectos valvulares y enfermedades de las arterias coronarias.

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• Electrocardiograma (ECG): es una prueba sencilla pero esencial que registra la actividad eléctrica del corazón. Es fundamental para detectar alteraciones en el ritmo cardíaco, infartos previos o condiciones como la hipertrofia ventricular, entre otras.

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• Holter eléctrico: es un dispositivo que se coloca en el pecho del paciente para monitorizar el ritmo cardíaco de manera continua durante 24 a 48 horas. Es ideal para detectar arritmias intermitentes o problemas cardíacos que no se manifiestan de forma constante, proporcionando una visión más completa del comportamiento del corazón.